Cada pulsera es de oro y consta de dos partes, unidas por una bisagra. La decoración es de gránulos y se basa en motivos geométricos. La parte superior representa un pato (o ganso) con doble cabeza y el cuello vuelto hacia atrás, cuyo cuerpo está formado por un fragmento de lapislázuli; la cola también presenta una decoración geométrica granulada; en la parte inferior hay diecisiete barras paralelas lisas o rayadas unidas a través de una lámina de oro; junto al cierre hay cartelas en relieve de Ramsés II, lo que sugiere que los brazaletes fueron un regalo del soberano a la diosa gata Bastet.