A lo largo del cardo maximus, pero en un eje ligeramente divergente, se alza el mercado, cuya construcción se remonta a la época de Augusto. En el interior de un patio rectangular porticado se alzan dos estructuras circulares rodeadas por un pórtico octogonal en el que debieron de disponerse en la antigüedad los puestos de venta, tal vez apoyados en las bellas bases de mármol decoradas con una pareja de delfines o grifos, que hoy se encuentran a lo largo del lado sur del complejo. La entrada estaba en el largo lado oeste y se trasladó al corto lado sur en época severa. Tres entradas más, secundarias, con cortos tramos de escalones, se abrían en el lado largo oriental, una de las cuales, en forma de L, marcaba la esquina del complejo. En la zona entre los dos octógonos centrales hay una copia (el original se conserva en el Museo de Leptis Magna) de la tabla que indica las unidades de medida oficiales en uso en el siglo III d.C. Se indican, de arriba abajo, el brazo púnico de 51,5 cm, el pie grecorromano de 29,6 cm y el brazo ptolemaico de 52,5 cm, este último evidentemente utilizado por los numerosos mercaderes egipcios que frecuentaban Leptis Magna.