Detalle. Ramsés III lleva el Nemes, un tocado exclusivamente real, formado por una tela rectangular que se colocaba sobre la cabeza del soberano y se pasaba por detrás de las orejas, creando dos bandas a los lados del cuello que caían sobre el pecho (elementos que a menudo se comparan con las alas de un halcón en los textos), mientras que la parte posterior se anudaba en una trenza que caía por la espalda. Por las pinturas murales de las tumbas reales sabemos que el peinado era a rayas horizontales azules y doradas.