Este collar de oro, pasta de vidrio y piedras semipreciosas, realizado con la técnica del cloisonné, fue descubierto en Dahshûr, en el complejo funerario de Sesostris III y, en particular, en la tumba de una de sus hijas, la princesa Sathathor. La composición es equilibrada, elegante y simétrica. Los dos nombres del soberano, el de faraón y el de la familia, están flanqueados por dos halcones coronados posados sobre el símbolo del oro, el nebou, como emblema de la realeza; detrás de ellos hay dos cobras enroscadas alrededor del disco solar y que llevan la cruz ankh, símbolo de la vida eterna.